martes, 12 de marzo de 2024

Perspectiva General de Teotihuacán

 Teotihuacan, fue la capital más renombrada de la época Clásica mesoamericana (150-650 d.C.). Sin embargo, su grandeza y dominio se establecieron siglos antes de convertirse en una ciudad. Entre 300 y 100 a.C., superó a Cuicuilco, que tenía 20,000 habitantes, como el mayor asentamiento de la Cuenca de México. Posteriormente, al inicio de la era cristiana, tres cuartas partes de la población de la Cuenca se mudaron al Valle de Teotihuacan, posiblemente a causa de las erupciones del Xitle.

Panorámica de Teotihuacán. Foto: https://pixabay.com/es/users/jjnanni-2426728/


El valle de 500 km2 ofrecía múltiples ventajas a los recién llegados. Las sierras circundantes estaban cubiertas por densos bosques de pinos y encinos. En las zonas más bajas abundaban los pastizales y matorrales xerófilos, principalmente de magueyes y nopales. Además, una fértil llanura aluvial era regada constantemente por numerosos manantiales y los ríos San Juan, San Lorenzo y Huixulco. A lo largo de estos ríos crecían bosques de ailes, ahuehuetes y ahuejotes, así como extensos tulares.



Pirámide de la Luna. Foto: https://pixabay.com/es/users/xatoma-21740640/


En este ambiente rico y diverso, los habitantes podían recolectar una amplia variedad de vegetales y cultivar maíz, frijol, calabaza, chile, tomate y otras plantas. Las proteínas animales provenían de la cría de perros y guajolotes, y de la caza de conejos, liebres, venados, patos, gansos, codornices, palomas y armadillos. La cercanía al Lago de Texcoco facilitaba el acceso a peces, tortugas, batracios e innumerables insectos, además de proporcionar sal.






Además del potencial alimentario, el valle contaba con un recurso mineral crucial para la economía de la época: la obsidiana. Los teotihuacanos utilizaron este material para fabricar diversos utensilios que exportaron a toda Mesoamérica. La obsidiana gris veteada provenía del Cerro Olivares, cerca de Otumba, mientras que la obsidiana verde se extraía de las minas de la Sierra de las Navajas, cerca de Pachuca. La región también ofrecía arcilla de alta calidad para la alfarería, basalto, tezontle, toba y andesita.


Otras dos condiciones favorables para el desarrollo urbano de Teotihuacán fueron su ubicación estratégica en la ruta comercial más directa entre el Golfo de México y la Cuenca de México, y la presencia de numerosas cuevas y cavidades sagradas que convirtieron a la ciudad en un santuario prestigioso.



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miércoles, 6 de marzo de 2024

Zapotecas en Teotihuacán

Los zapotecas que emigraron a #Teotihuacán hacia finales del siglo II d.C. rindieron culto a sus ancestros: los enterraron, según era costumbre en su tierra natal, acompañados por vasijas con efigies humanas que personificaban concepciones fundamentales en la antigua ideología mesoamericana.

 La investigación sobre los zapotecas que emigraron a Teotihuacán hacia finales del siglo II d.C. destaca su integración y continuidad cultural, incluso en un entorno tan diverso y dinámico. Un estudio de White et al. (2004) sobre la demografía y continuidad étnica en el enclave Tlailotlacan de Teotihuacán, a través del análisis de isótopos estables de oxígeno en fosfatos óseos y dentales, indica una interacción continua entre los habitantes del enclave, su tierra natal oaxaqueña y otras colonias de la diáspora. No se encontró asociación entre el estatus social y el lugar de origen, lo que sugiere una aceptación variable de las tradiciones de Teotihuacán por parte de los individuos. Los patrones de movimiento identificados, incluyendo el viaje de niños a otras regiones y la reubicación de mujeres lactantes, jugaron roles importantes en la articulación social y política de las colonias de la diáspora. Los entierros primarios con firmas extranjeras indican que algunos inmigrantes murieron poco después de su llegada a Tlailotlacan, mientras que los datos de entierros secundarios sugieren el transporte de parientes o ancestros fallecidos a Teotihuacán para su entierro, reflejando prácticas de culto a los ancestros y el mantenimiento de costumbres de entierro vinculadas a su ideología mesoamericana ancestral.


Este estudio evidencia la complejidad y riqueza de las prácticas culturales y religiosas de los zapotecas en Teotihuacán, ilustrando cómo mantuvieron su identidad y tradiciones en un contexto de interacción cultural intensa, contribuyendo a la diversidad cultural de la antigua ciudad mesoamericana. El uso de vasijas con efigies humanas en rituales funerarios, como mencionas, es un ejemplo palpable de cómo las concepciones fundamentales de su antigua ideología se preservaron a pesar de la migración y el cambio de contexto geográfico y cultural.

Vasijas con efigies humanas





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